Contenido
Es fácil decir cuándo un ser humano va a tener un bebé, pero si nunca ha visto a un gato dar a luz, es posible que se sienta confundida sobre qué es normal y qué puede hacer para ayudar. Como seres humanos, no todos los gatos tendrán el mismo proceso. Sin embargo, hay señales que puede buscar que son muy comunes cuando la mayoría de los gatos están en trabajo de parto.
Signos de parto
Puede saber cuándo su gato está listo para dar a luz debido a algunos cambios de comportamiento importantes. Puede empezar a crear un nido e ir a él varias veces. Es posible que su gato cariñoso se retraiga de repente. Lamer el área genital con frecuencia también es un indicador común de que el parto está cerca. Puede estar inquieta durante los últimos días e impaciente durante bastante tiempo.
Primera etapa del parto
El trabajo de parto comienza con contracciones uterinas en su felina embarazada. Puede estar acostada de lado y jadeando. No se alarme si está sentada con la boca abierta y aullando, todo esto es normal en el trabajo de parto. El cuello uterino comenzará a dilatarse y se verá una secreción transparente e inodoro conocida como tapón mucoso. Las contracciones se harán cada vez más cercanas a medida que avanza el trabajo de parto.
Segunda etapa del trabajo de parto
Cuando tu gato avance a la siguiente fase de trabajo, notarás que las contracciones se harán más fuertes. Cuando el cuello uterino esté completamente dilatado, la gata estará lista para comenzar el proceso de parto. Un cachorro pasará por el canal de parto y ejercerá presión sobre el cuello uterino. Esto le da a la madre gata la fuerza para empujarlo. Al hacerlo, el gato comenzará a lamer al gatito de inmediato y con fuerza. Esto rompe el saco en el que vivía el gatito.
Completando el trabajo
El nacimiento de muchos gatitos es casi siempre el caso. Cuando la madre termina de limpiar a su bebé, lo amamanta mientras descansa para el próximo parto. Por lo general, hay un intervalo de 10 minutos a una hora entre los nacimientos de los gatitos. El proceso puede durar de dos a seis horas. Es importante mantener el área donde el gato se ve iluminada y tranquila. También debe haber agua fresca y comida disponible en la misma habitación, ya que la madre gata no querrá dejar a sus cachorros durante uno o dos días.