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El aguacate es una de las plantas más fáciles de cultivar a partir de semillas. Incluso puedes cultivarlo en una planta en maceta. Al proporcionar una exposición adecuada a la luz solar, puede mantenerla como planta de interior. Sigue leyendo para aprender.
Paso 1
Separar la semilla. Cuando corte para abrir un aguacate maduro, retire con cuidado la semilla, lave la cubierta resbaladiza y seque. No retire la cubierta de semillas marrón.
Paso 2
Pon la semilla en el agua. Prepara el recipiente de vidrio donde colocarás la semilla hasta que crezcan las raíces. Pega los lados de la semilla con tres o cuatro palillos para que no se hunda en el agua. Deje la semilla en la boca del recipiente con el lado puntiagudo hacia arriba. Vierta suficiente agua en el recipiente para que el fondo de la semilla quede sumergido.
Paso 3
Vigila el agua. Comprueba tu nivel todos los días. Asegúrese de que el fondo de la semilla esté sumergido. Cambie el agua dos o tres veces por semana para evitar el moho.
Paso 4
Deja que la plántula crezca. Deje la semilla en el recipiente de agua hasta que crezcan raíces grandes y fuertes y brotes sanos con varias hojas. Esto llevará varias semanas.
Paso 5
Transplante la plántula a la maceta. Elija una maceta de tamaño mediano y tierra de buena calidad. Plante la plántula de modo que la parte superior de la semilla quede un poco expuesta. Esto asegurará que la base de la plántula no se pudra debajo del suelo.
Paso 6
Proporcione mucho sol y agua cuando la tierra esté seca. Fertilice durante la temporada de crecimiento (primavera y verano).
Paso 7
Pode como desee. Retire las puntas de las ramas de los cogollos para estimular el crecimiento lateral, dando como resultado un árbol pequeño pero exuberante.