Contenido
Con el tiempo, el acrílico puede mancharse y volverse amarillento, lo que dificulta la visibilidad. Esto suele ser el resultado del daño solar, así como de la acumulación de suciedad, polvo y aceite. El acrílico es más difícil de limpiar que otras superficies de plástico, ya que absorbe la humedad y se adhiere al polvo. Esto crea una superficie amarillenta y sucia que es poco atractiva y difícil de limpiar. Si desea limpiar las ventanas acrílicas o eliminar el tinte amarillo de los faros de su automóvil, la clave es usar un limpiador no abrasivo y frotar suavemente.
Paso 1
Coloque unas gotas de detergente líquido en un paño suave o una esponja. Cualquier tipo de esponja funcionará, pero evite usar esponjas a base de metal (como lana de acero), ya que rayarán el acrílico.
Paso 2
Pase la esponja jabonosa debajo del agua y haga una buena espuma.
Paso 3
Frote la superficie con cuidado. Comience en la parte superior y continúe hacia abajo para evitar que pase por la misma área varias veces.
Paso 4
Lava la esponja con frecuencia. Agregue más jabón y haga una nueva espuma cada vez que se lave.
Paso 5
Enjuague la superficie con agua. Tan pronto como termine de enjuagar, absorba el agua con un paño limpio, suave y sin pelusa.