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Los pensamientos negativos son perjudiciales para la salud y el bienestar de un niño y se debe descubrir la causa. Un profesional de la salud mental calificado debe examinar a los niños que padecen depresión crónica o que están comenzando a tener pensamientos negativos. Sin embargo, para los niños que normalmente son felices pero están siendo un poco negativos, es posible ayudarlos de muchas formas a reemplazar los pensamientos negativos por positivos.
Charlando y asesorando
Hable con el niño de una manera informal, relajada y sin confrontaciones. De manera encubierta, pregunte sobre el problema. Por ejemplo, "¿Qué te pasa?" es una mala manera de hacer que el niño se abra. En cambio, juegue un juego silencioso con ella y pregúntele sobre sus sentimientos y pensamientos. Diga que a veces también se siente triste o enojado. Haga preguntas amables que hagan que el niño se abra sobre sus pensamientos. Esto le permite ofrecer soluciones y evaluar su estado mental.
Valuación
Los pensamientos positivos pueden reemplazar los pensamientos negativos mediante la apreciación. Esta actividad también funciona bien con adultos y puede ayudar a poner las cosas en perspectiva. Pídale al niño que hable o escriba algunas de las cosas por las que está feliz o agradecido. Si no puede pensar en ninguno, dé algunos ejemplos de cosas que les gusten a los niños: amigos, helado, natación, juegos, abuelos. El niño pronto descubrirá que hay varias razones para ser feliz. Dígale cuánto la ama y la valora.
Ejercicios
La depresión y la tristeza pueden estar relacionadas con los niveles de sustancias químicas en el cuerpo. El ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas y otras sustancias positivas que inducen un estado de felicidad; lo que también es excelente para la salud general de su hijo. Practique un deporte con ella, salga a caminar, corra o monte en bicicleta. Haga algo que aumente la frecuencia cardíaca de su hijo durante al menos 30 minutos.
Compromiso
Los niños a veces pueden tener pensamientos negativos cuando están aislados, aburridos o no se involucran con los demás. Haz que se una a un equipo, club u otra actividad. Necesitan estar con otros niños de la misma edad, practicando algo que les guste. Esto ayuda a establecer amistades saludables y los anima a participar en algo.