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La corteza terrestre está compuesta por tres tipos diferentes de rocas y minerales: sedimentarias, metamórficas e ígneas. Esta clasificación depende de la forma en que se formó la roca o el mineral. Tanto el basalto como el granito son rocas ígneas, originadas por el enfriamiento del magma o lava fundida. Aunque estas piedras son muy similares, también tienen características que las distinguen entre sí.
Formación de basalto
El basalto se forma cuando el magma del océano emerge a través de la corteza. Es una roca muy prominente que puede originarse en casi todos los volcanes oceánicos. El basalto se enfría rápidamente, durante un período de unas pocas semanas o meses, ofreciendo poco tiempo para que se formen los cristales. Sus granos son muy finos, lo que dificulta determinar su composición mineral exacta.
Formación de granito
El granito es la roca más abundante en la superficie terrestre. A diferencia del basalto, se forma bajo tierra en continentes. Esta roca se enfría lentamente, tardando miles o millones de años en completar su formación, lo que permite que los cristales sean lo suficientemente grandes como para ser vistos a simple vista.
Degradación
La degradación, o la forma en que se rompen las rocas, puede ocurrir de varias maneras, incluida la adición de agua, el enfriamiento, el impacto de las raíces de las plantas u otros objetos y la expansión de minerales. El basalto se degrada más rápido que el granito porque no es tan duro, lo que facilita que las sustancias externas impacten y manipulen su estructura.
Composición de granito
El granito, que tiene colores mucho más suaves que el basalto, contiene grandes cantidades de cuarzo. El cuarzo es un mineral que se parece al vidrio pero es mucho más fuerte, por lo que no presenta fisuras ni puntos débiles. La ortoclasa, otro mineral, tiene un escote de 90 grados y un tinte rosa, blanco y gris. Contiene grandes cantidades de cuarzo en algunas regiones, lo que las hace cada vez más difíciles de romper. El tercer mineral en la composición del granito es la plagioclasa, que tiene dos grados individuales de división, ambos de 90 grados. El granito se rompe en planos horizontales.
Composición de basalto
El basalto está compuesto principalmente por el mineral olivino, que no tiene escisión ni debilidad. El segundo mineral más abundante es el piroxeno, que tiene una división de 90 grados y se rompe fácilmente. La plagioclasa, cuyo color suele variar del gris claro al gris oscuro, también tiene una hendidura de 90 grados, además de un aspecto quebradizo debido a sus fracturas. Dado que dos de estos tres minerales tienen división, es más probable que el basalto se descomponga y se degrade, dependiendo de las condiciones ambientales. Esta roca se rompe en columnas.