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Los perros pueden contraer varios tipos de hongos, desde infecciones de piel y de uña a problemas más serios en el tracto respiratorio. En muchos casos, su perro necesitará atención veterinaria y la prescripción de medicamentos para curar el hongo. Existen también estrategias de prevención de enfermedades fúngicas y cuidados con una infección. También es necesario ser consciente de que usted puede tomar una infección de su perro y viceversa.
Los perros pueden contraer varios tipos de hongos (veterinarian with dog image by Jaimie Duplass from Fotolia.com)
Infecciones de piel por hongos
Las infecciones por levaduras en los oídos o en la piel son fúngicas, causadas por una super proliferación de levas. En casos extremos, pueden ser persistentes, causando picazón, pérdida de pelo, engrosamiento de la piel y un fuerte olor en su pobre perrito. Las infecciones por levaduras frecuentemente aparecen después de alergias a la comida o al respirar. Una vez que usted la ha controlado, tratar las alergias de su perro es la mejor estrategia para prevenir futuras infecciones de la piel o del oído. Usted puede necesitar dar alimentos hipoalergénicos o libres de granos para su perro. Los limpiadores regulares de las orejas, según lo indicado por su veterinario, combinadas con un champú antihongos, también ayudar a controlar el crecimiento súper de los lechones.
La micosis es otro tipo, un poco menos común, de infección fúngica de la piel. Es zoonótica, lo que significa que puede transmitirse entre humanos y animales. La micosis presenta costras circulares y en relieve y es fácil de diagnosticar con una luz negra, pues brilla. Mantenga a los perros infectados separados de otros animales domésticos y evite tocar las zonas afectadas. Por otro lado, tenga en cuenta que si tiene micosis, su perro puede cogerla de usted. El tratamiento implica la aplicación de una crema antifúngica - y si usted y su perro tienen enfermedad, ambos pueden usar la misma crema. Si no es eficaz, puede ser necesario dar a su perro la medicación oral prescrita. Como infecciones fúngicas, la micosis persistente o recurrente puede indicar otro problema subyacente, generalmente una enfermedad inmune mediada, como el lupus o el pénfigo.
Infecciones fúngicas del tracto respiratorio
Infecciones fúngicas pueden ser inhaladas por el aire o contraídas por el contacto, mientras que el perro camina por el suelo contaminado. Pueden ser difíciles de prevenir y de tratar e incluyen la aspergilosis, la coccidioidomicosis (Fiebre del Valle) y la blastomicosis. Dependiendo del tipo de hongo, su perro puede necesitar tratamiento a largo plazo, incluso durante toda la vida, para mantenerlo bajo control. Una vez que los síntomas del hongo en el tracto respiratorio pueden imitar algunos tipos de cáncer, el veterinario puede sugerir pruebas adicionales, como una biopsia, para descartar algo más serio.