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La intolerancia al calor es una sensación crónica de mucho calor cuando la temperatura exterior aumenta. Esta condición a menudo causa enrojecimiento, sobrecalentamiento de la piel y sudoración excesiva. La intolerancia va más allá del malestar común que experimenta la mayoría de las personas con el calor. Suele deberse a una regulación deficiente de la temperatura interna del cuerpo y se ve agravada por las altas temperaturas externas.
Anfetaminas y cafeína
Dos de las causas más comunes de intolerancia al calor son el uso de anfetaminas y cafeína. Las anfetaminas, como los inhibidores del apetito y la cafeína, son estimulantes que aumentan el metabolismo del cuerpo. Este aumento conduce a un aumento del flujo sanguíneo, lo que provoca que la piel se sobrecaliente y produzca una sudoración excesiva. A medida que aumentan las temperaturas exteriores, este sobrecalentamiento se vuelve más severo y provoca síntomas de intolerancia al calor. Si tiene este problema, intente reducir su consumo de cafeína o pregúntele a su médico sobre cualquier medicamento recetado nuevo que esté tomando y que pueda incluir anfetaminas.
Hipertiroidismo
Otra causa común de intolerancia al calor es el hipertiroidismo. El hipertiroidismo es una afección causada por una tiroides hiperactiva, que produce un exceso de hormonas. La producción excesiva de hormonas tiroideas puede hacer que una persona se sienta constantemente caliente y sudorosa y, a menudo, provoca otros síntomas, como palpitaciones, pérdida de peso, debilidad muscular y fatiga. Si experimenta una combinación de estos síntomas, consulte a su médico acerca de un examen para su evaluación.
Esclerosis múltiple y otras enfermedades crónicas
Muchas enfermedades crónicas, incluida la esclerosis múltiple, se ven afectadas negativamente por las temperaturas exteriores elevadas. La llegada del verano puede significar un agravamiento de los síntomas, lo que se denomina pseudo-exacerbación. Esta forma de intolerancia al calor puede no causar síntomas tradicionales, como sobrecalentamiento y sudoración excesiva; en cambio, a menudo se manifiesta simplemente como un aumento en la gravedad de los síntomas normalmente causados por la afección.
Menopausia
Muchas mujeres que atraviesan la menopausia experimentan sofocos e intolerancia. Estas ondas pueden ir desde una sensación de calor casi imperceptible hasta un aumento que se traduce en una sudoración profusa. Algunas mujeres tienen intolerancia al calor, tengan o no sofocos. Esta condición en las mujeres menopáusicas generalmente se manifiesta como una sensación crónica de mucho calor, incluso en invierno.Sin embargo, los síntomas de la intolerancia al calor suelen desaparecer en dos años.