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Si cuidas un buen bolso de piel, puede durar el resto de tu vida. Sin embargo, incluso con los propietarios más cuidadosos, los desgarros y pinchazos a veces pueden ocurrir accidentalmente, debido a un clavo o un borde afilado, por ejemplo. El cuero, aunque muy duradero, no resiste a todo. Afortunadamente, puede reparar la mayor parte del daño y restaurar el aspecto de su bolso sin comprometer la robustez del material.
Paso 1
Corta 50 cm de hilo y pásalo por tu aguja. Coloque los lados de la ranura de modo que se toquen como si no estuviera rasgado. Para el algodón y otras telas, sostendría los lados de la tela, frunciendo ligeramente el ceño, para unirlos. No haga esto con cuero, ya que lo debilitará.
Paso 2
Cosa de izquierda a derecha con una puntada simple para mantener unidos los lados del cuero. Con otros tejidos sería mejor hacer una pequeña puntada, pero con cuero puede tirar del material y provocar más roturas. Haga sus puntadas lo suficientemente largas para unir los lados sin estirarlos.
Paso 3
Al terminar la costura desgarrada, haz un nudo en el hilo y corta las sobras. Coloca unas gotas de pegamento en las puntas, desde el interior de la lágrima. Esto ayudará a reforzarlos.
Paso 4
Aplica una pequeña gota de pegamento para cuero en los puntos de rotura en el exterior de la bolsa. Extiéndalo por todos los puntos con un hisopo de algodón.