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El granito es más caro que la mayoría de las piedras, pero su belleza y apariencia lo convierten en una opción popular para superficies como balcones. Aunque el granito es resistente y duradero, no es raro que necesite reparaciones ocasionales. Las grietas finas son especialmente comunes en granito que está mal instalado o ha sufrido un fuerte impacto repentino en su superficie. Estas grietas son el daño más fácil de reparar y ocultar, y hacerlo ayudará a evitar costosos reemplazos.
Paso 1
Limpia la encimera con una esponja húmeda para eliminar el polvo, la suciedad u otra sustancia.
Paso 2
Aplique unas gotas de acetona en un paño limpio y limpie la grieta. Aplicar la acetona 1 cm más allá de la grieta en ambos lados y dejar secar el granito de forma natural.
Paso 3
Exprime una delgada línea de adhesivo sobre la grieta; se infiltrará en la grieta y la llenará. Use lo suficiente para llenar y desbordar la grieta y no solo llenarla. El adhesivo se esparcirá ligeramente a medida que se seque y se expanda sobre el granito.
Paso 4
Quite el exceso de adhesivo con la cuchilla. Sujételo con el borde en un ángulo de 90 ° con respecto a la superficie de granito y bárrelo uniformemente para eliminar el área elevada y dejar el granito liso. Tenga cuidado de no sumergir la cuchilla en el adhesivo, ya que si daña la reparación de la grieta con la cuchilla, puede ser necesario agregar más adhesivo y repetir el proceso.
Paso 5
Colorea la grieta con el marcador permanente de un color muy similar al color del resto del granito. Esto no siempre es necesario para las grietas finas, ya que a menudo son más difíciles de ver que las grietas grandes después de la reparación. Deje secar bien durante la noche.
Paso 6
Selle la piedra con cera o sellador de granito siguiendo las instrucciones del producto. Cuando el producto esté seco, pula toda la superficie con un paño suave hasta que brille y la fisura sea prácticamente invisible.