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Comúnmente hechas de telas de lycra transpirables, las almohadillas de microfibra están rellenas de perlas de poliestireno. Son extremadamente ligeros y resbaladizos, dejando la pieza suave. Las almohadas de este tipo vienen en varias formas y tamaños, ofreciendo comodidad a quienes normalmente experimentan dolor en la cabeza y el cuello. De hecho, su capacidad para adaptarse a cualquier forma proporciona el mayor apoyo posible. Estas almohadas son hipoalergénicas y requieren poco cuidado más que una limpieza regular.
Paso 1
Quite el polvo de la almohada todos los días con las manos para evitar la acumulación o colóquelo sobre una funda. Cambie la cubierta semanalmente para mantener limpia la pieza.
Paso 2
Limpia las partes sucias de la almohada con un paño húmedo. Para manchas más fuertes, agregue un poco de detergente al paño. Frótalo sobre la superficie del cojín, enjuaga el paño hasta que se acabe la espuma y retira los residuos que quedan en él. Cuélgalo para que se seque, asegúralo con una pinza en un tendedero.
Paso 3
Coloque el cojín en una lavadora, usando el ciclo de luz. Configure para usar agua fría y enjuague. Retire el cojín una vez finalizado el ciclo y cuélguelo para que se seque.