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La calabaza es un recipiente especialmente diseñado con el único propósito de beber yerba mate, un tipo de té popular en muchos países de América del Sur, especialmente en el sur de Brasil. Las calabazas de madera suelen estar talladas a mano. El curado es necesario para todas las calabazas nuevas, con el fin de eliminar trozos de madera, polvo y escombros de las paredes del vaso y mejorar el sabor. Además, ayuda a prevenir un sabor amargo, a menudo asociado con una calabaza que no está lista.
Paso 1
Use una cuchara para raspar el interior del tazón para quitar las fibras sueltas u otros materiales.
Paso 2
Llene la calabaza hasta la mitad con hojas de yerba mate. Agrega el agua hirviendo hasta que casi llegue a la superficie.
Paso 3
Agregue más agua hirviendo después de diez minutos. Durante ese tiempo, las hojas habrán absorbido completamente el agua, haciendo que el nivel baje.
Paso 4
Deje reposar el bol entre 12 y 24 horas; en general, cuanto más, mejor. Mientras el cuenco reposa, la infusión de agua y mate impregna las paredes, aromatizándolo y quitando cualquier sabor amargo a madera.
Paso 5
Vacíe el bol y utilice una cuchara para volver a raspar el interior, eliminando por completo los materiales sueltos. Las astillas de madera que sobraron al tallar se habrán ablandado. Raspar con una cuchara dejará el interior limpio, reduciendo la posibilidad de astillas y trozos de madera en el mate.
Paso 6
Enjuague el recipiente con agua tibia y séquelo con una toalla limpia. No debe tener ningún sabor extraño que se asociaría con una calabaza sin curar. El sabor del mate debe ser puro y claro. Si prueba la madera, repita el proceso de curado.