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Las plantas producen su propio alimento, conocido por glucosa, a través de un proceso llamado fotosíntesis. Para realizar la fotosíntesis, la planta necesitará cuatro elementos: cloroplastos, luz, agua y dióxido de carbono. Todo lo demás producirá por sí misma. La única cosa que los jardineros necesitan proporcionar para la planta es luz y agua. El cloroplasto y el dióxido de carbono no se suministran.
La luz del sol es esencial para la planta realizar la fotosíntesis (plan image by cherie de Fotolia.com)
cloroplastos
El cloroplasto es el lugar de la planta donde ocurre la fotosíntesis. Hay dos partes del cloroplasto que son las más importantes para su realización. Los tilacoides son locales donde se almacena la clorofila necesaria para producir la fuente de energía ATP (trifosfato de adenosina) y el agente reductor NADPH (nicotinamida adenina dinucleótida). El estroma es local donde la fotosíntesis termina y la glucosa se produce.
luz
La luz es el ingrediente más importante en la fotosíntesis y que da nombre al proceso. Cuanto más luz la planta recibe, más glucosa puede producir para proporcionar energía. Algunas plantas necesitan más luz que otras para completar el proceso. Ella entra por el tilacoide del cloroplasto y reacciona con la clorofila produciendo electrones. Estos electrones producirán ATP. La parte donde la luz solar participa de la fotosíntesis es conocida como fase clara.
agua
Durante la fase clara, las moléculas de agua se rompe. Las plantas obtienen el agua proveniente de la lluvia o de la irrigación. Cuando las moléculas de agua se rompen, se producen electrones, NADPH y oxígeno. Estos electrones sustituyen a aquellos perdidos por la clorofila y el oxígeno es liberado. El NADPH y el ATP creados por la luz continúan el proceso para producir glucosa.
Dióxido de carbono
Durante la fase oscura de la fotosíntesis, también conocida ciclo de Calvin, las plantas utilizan el CO2 (dióxido de carbono) de la atmósfera. Una vez que entra en el proceso, se convierte en GP (glicerol-3-fosfato). El ATP y el NADHP se utilizan para transformar el GP en GALP (gluceraldehído-3-fosfato). Algunos de ellos se convierten en glucosa, y el resto continúa el ciclo de Calvin transformando más CO2 en GP.