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Durante la mayor parte del último milenio, era necesario que una pluma fuese acompañada de un cartucho, mientras que en los días de hoy, la mayoría de ellas almacena su propia tinta. A pesar de haber sido una mejora en la conveniencia y eficiencia, los cartuchos, y los bolígrafos que los utilizan, se venden hasta hoy para aquellos que prefieren la escritura a la moda antigua.
La pluma y el cartucho un día fueron inseparables (botella de tinta por Alfonso de Agostino de Fotolia.com)
Cartucho de tinta paraguas
El tintero tipo paraguas, normalmente hecho de vidrio, es uno de los tipos más comunes y surgido hace varios siglos atrás. Su nombre se debe a su forma, que consiste en una amplia base, normalmente octogonal, que se inclina hacia adelante hasta una pequeña abertura superior, lo que resulta en una forma similar a un paraguas. Los cartuchos cónicos, que también han sido históricamente muy comunes, siguen la misma forma básica, pero con menos detalles y, por consiguiente, son más baratos. Estos tipos de cartuchos de tinta son suficientemente pequeños y considerados portátiles, funcionando para cualquier tipo de pluma para este fin.
Cartucho de tinta
El cartucho de tinta principal, que normalmente es mucho mayor que los paraguas y los cónicos, se utiliza como depósito para un tipo de tinta en particular. No era común sumergir el lápiz directamente en el cartucho maestro; en su lugar, se utilizaba como refil para los cartuchos más pequeños, que eran más fáciles de transportar y usados para recargar los plumas. Los cartuchos maestros generalmente se fabrican de vidrio y también de cerámica, la cual es más durable y tiene menos probabilidades de agrietarse.
Pluma fuente
La mayoría de las plumas de hoy se hacen con un enchufe para cartuchos de tinta, de modo que los cartuchos son innecesarios. A través de la historia, sin embargo, las plumas de fuente se pensaron para trabajar lado a lado con un cartucho de tinta. Eran conocidas también como plumas puntas, término referido a la punta afilada, proyectada para retener la tinta cuando sumergidas. Lo que diferencia a las plumas fuente de las otras es la forma en que la punta retiene la tinta, la cual es grabada en la punta, almacenada y, por medio de un proceso capilar, uniformemente dispensada cuando apoyada sobre el papel.
Pluma de pluma
La pluma de pluma fue un dispositivo que no necesitó ser inventado, pero literalmente sacado de la naturaleza. La palabra pluma es también el término utilizado para describir el ligamento encontrado a lo largo de los plumajes, especialmente los utilizados por los pájaros para volar. Estas plumas en especial han sido durante siglos la herramienta ideal para escribir con tinta. A pesar de que, técnicamente, no hay una punta en el extremo de una pluma, ésta puede ser afilada y usada para recoger pequeñas cantidades de tinta del cartucho cada vez. Obviamente las plumas de pluma necesitan ser recargadas con más frecuencia que las de punta.