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El collar isabelino es un cono de plástico resistente, que se utiliza para evitar que el gato lama o muerda heridas o puntadas recientes. Aunque puede resultar incómodo para el animal llevar el collar, es una forma eficaz de evitar la reapertura de heridas o infecciones. Después de montar el collar isabelino, es posible ajustarlo correctamente en el cuello del gato, si está demasiado suelto o demasiado apretado.
Paso 1
Si es necesario, quítele el collar isabelino al gato. Inserte los clips de plástico en las ranuras exteriores del collar. Deslícelo suavemente sobre la cabeza del gato, asegurándose de que no quede atrapado en las orejas y el bigote del gato.
Paso 2
Ajuste el tamaño correcto del collar cambiando los clips unidos a las ranuras exteriores a la ubicación adecuada cerca de las aberturas de la pieza. Un collar de tamaño apropiado no se deslizará y no debe quedar demasiado apretado. Pase el collar del gato a través de los clips en relación con el extremo estrecho del objeto mencionado anteriormente.
Paso 3
Coloque los extremos del collar del animal, asegurando una mayor estabilidad. Trate al gato con cariño y háblele en tonos suaves. Hágale comprender que el collar isabelino no es un castigo. Considere darle golosinas al animal, haciendo que esta experiencia sea más placentera.