Contenido
- La falta de agua
- Cambio de dieta
- Consumo reciente de alimentos
- Infecciones bacterianas
- No vacíe completamente la vejiga
El olor a amoníaco en la orina puede ser una señal de advertencia de un problema de salud o puede ser simplemente que el cuerpo se deshaga de ciertos tipos de desechos que ya no son necesarios. Si bien el olor puede ser un mensajero, también puede ser nada más que una molestia.
La falta de agua
El olor a amoníaco en la orina puede ser simplemente una señal de que la persona no está bebiendo suficiente agua. Esto suele ser una señal de que la persona se está acercando a la deshidratación, ya que el amoníaco presente en la orina no se está diluyendo adecuadamente.
Cambio de dieta
Un cambio drástico en la dieta puede hacer que la orina huela a amoníaco. Si una persona comía carne con frecuencia y recientemente se hizo vegetariana, la orina puede adquirir este olor.
Consumo reciente de alimentos
No es necesario que haya un cambio a largo plazo en la dieta para que la orina obtenga este nuevo olor. Si una persona ingiere grandes cantidades de alimentos con altos niveles de proteína una noche, el olor a amoníaco puede acompañar a la orina al día siguiente.
Infecciones bacterianas
Las infecciones bacterianas pueden hacer que la orina huela a amoníaco. Tanto las infecciones de la vejiga como las del tracto urinario pueden hacer que la orina tenga este olor como efecto secundario.
No vacíe completamente la vejiga
La acumulación de orina en la vejiga también puede provocar el olor a amoníaco. Si una persona no vacía el contenido con frecuencia o por completo, siempre habrá dejado de orinar que comenzará a producir este olor.