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Los caballos pueden tener problemas en la piel tanto por condiciones internas subyacentes, como la nutrición o los parásitos, como por factores externos, como insectos, alergias o sobrehidratación. Los síntomas de pérdida de cabello y descamación de la piel similar a la caspa pueden indicar más de una condición; La buena noticia es que la mayoría de estas afecciones se pueden tratar con la debida atención. Aprender a identificar las lesiones que las acompañan, o la ausencia de lesiones, es importante para diagnosticar correctamente la afección cutánea primaria o secundaria de su caballo.
Seborrea
Si la descamación parecida a la caspa está cerca de la melena o la cola y es aceitosa o seca, sospeche seborrea. Es más común en razas puras y razas árabes, que tienen piel más sensible. Busque puntos duros cerca de sus codos y corvejones. La seborrea suele ser secundaria a otros problemas, como mala nutrición, alergias u otra infección cutánea. Agregue aceite o linaza a la dieta de su caballo. Si la caspa es grasa, use un champú secante de peróxido de benzoilo o aceite de árbol de té. Si la caspa está seca, use un champú que contenga azufre. Aplique una pomada en las zonas duras para hidratarlas y eliminarlas. El aloe vera es una buena opción que la mayoría de los caballos toleran.
Dermatofilosis
Si la descamación se acompaña de pérdida de cabello, sospeche una afección de la piel por hongos llamada dermatofitosis. Estas bacterias viven en el suelo y pueden no afectar a ningún caballo sano, a menos que algunas condiciones lo favorezcan, como una exposición excesiva a la lluvia y los insectos. Si el cabello cae en mechones enredados y es doloroso cuando se quita, la causa probablemente sea la dermatofitosis. Revise el lomo, el trasero, las patas y el cuello del caballo para ver si hay costras circulares. Lave bien a su caballo con un champú medicinal; Los champús de yodo son los más fáciles de encontrar. Retirar las costras cuando estén blandas y deshacerse de ellas, ya que la dermatofitosis puede ser contagiosa. Lave sus cepillos, cabestros, cuerdas y otros equipos a fondo. Los casos graves pueden requerir el uso de antibióticos. Mantenga a su caballo sano y debidamente desinfectado para prevenir esta afección.
Tiña de la tiña
Si las lesiones del caballo son consistentemente circulares, puede sospechar tiña de la tiña. Al retirar las costras, el pelo suele salir en mechones, dejando la piel enrojecida y escamosa. La tiña es una infección muy contagiosa, así que aísle a su caballo y su equipo. También puede ser transmitida por humanos u otros animales, así que lave todo a fondo después de cuidar a su caballo. La tiña se presenta en ambientes húmedos y vive en el suelo. Como muchas otras infecciones, muchos caballos sanos no serán víctimas de la tiña. Puede encontrar champús específicos para las micosis u obtener uno del veterinario, junto con la pomada. Si corta el cabello alrededor de las manchas de la tiña, el medicamento será más eficaz.
Alergias a insectos y parásitos
Si su caballo está experimentando una reacción alérgica a las picaduras de insectos, es probable que la pérdida de cabello se deba a picazón, lo que da como resultado manchas secas. Use aerosoles, toallitas y máscaras anti-moscas para protegerse. Trate de dejarlo en el establo durante el día y suéltelo por la noche. Una sobrecarga de parásitos en el sistema de su caballo también puede causar que el pelaje se dañe y se caiga. Janet Roark, una veterinaria de Austin, Texas, recomienda que se comunique con su veterinario para asegurarse de que su programa de desparasitación y los ingredientes sean apropiados para su área. Puede llevar una muestra de heces al veterinario para un análisis más preciso.
Enfermedades subyacentes
Si ninguno de estos casos parece ajustarse a los síntomas de su caballo, verifique la calidad de su pelo. Si son gruesos u ondulados y no parecen caer durante los climas cálidos, su caballo puede tener la enfermedad de Cushing. Esta enfermedad es causada por niveles elevados de la hormona esteroide cortisol y, aunque suele afectar a caballos de mayor edad, no siempre es así. Si su caballo tiene síntomas frecuentes de cólicos, puede sufrir úlceras. Los carcinomas de células escamosas y sarcoidosis son tumores comunes en los caballos, donde puede notar manchas secas o con costras en la piel.