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Los tanques de propano pueden seguir siendo útiles incluso cuando no se utilizan para calentar o cocinar. Es posible reciclar o transformar algunos en una rejilla. Independientemente de la razón por la que ya no se use, con un soplete de acetileno y oxígeno es posible cortarlo en un recipiente metálico cerrado que alguna vez contuvo un gas inflamable. Antes de comenzar a cortar, tome algunas precauciones de seguridad específicas.
Instrucciones
Paso 1
Póngase su equipo de seguridad, incluidos gafas y guantes de trabajo.
Paso 2
Prepare el tanque confirmando que no hay presión en él. En un área bien ventilada, retire la válvula y ponga el tanque boca abajo para derramar cualquier propano líquido que pueda haber en el tanque.
Paso 3
Examine el tanque para asegurarse de que esté completamente nivelado y llénelo con agua a través de la abertura donde se retiró la válvula. Repite este proceso dos o tres veces para asegurarte de haber eliminado todo el gas del tanque y haber enjuagado el propano líquido.
Paso 4
Después de vaciar el tanque y dejar que se seque al aire, huela las aberturas para confirmar que no hay rastros de propano. Además, use el detector de gas, si está disponible, para verificar si hay propano restante.
Paso 5
Prepare el tanque para el corte limpiando y quitando cualquier tipo de pintura en las áreas involucradas.
Paso 6
Mide el tanque y dibuja las líneas donde estará el corte. Colóquelo en un área segura para cortar con un soplete de acetileno y oxígeno.
Paso 7
Ajuste la configuración de acetileno, luego encienda la antorcha con el encendedor, encienda el oxígeno y ajústelo según la punta de corte que esté usando en el tanque. Comience cortando el tanque a lo largo de la línea que se ha tachado.