Remicade para el tratamiento de espondilitis anquilosante

Autor: William Ramirez
Fecha De Creación: 21 Septiembre 2021
Fecha De Actualización: 21 Noviembre 2024
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Contenido

La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta las articulaciones entre las vértebras de la columna y entre la columna y la pelvis. Los pacientes con EA pueden tener limitación de movimiento. Eventualmente, la enfermedad puede causar fusión espinal e incapacidad a largo plazo. Una droga que se ha mostrado prometedora en el alivio de los síntomas es el infliximab, que se comercializa en los Estados Unidos como Remicade.


La EA es una enfermedad inflamatoria crónica con envoltura vertebral (By Mariana Ruiz Villarreal, todos los derechos de liberación)

significado

El Remicade se utiliza para tratar las enfermedades autoinmunes, incluyendo la enfermedad de Crohn y la retocolitis ulcerativa, la EA, la psoriasis y la artritis psoriásica. Fue aprobado por la FDA en 1998 para tratar la enfermedad de Crohn.

dosificación

Remicade no se puede administrar por vía oral porque la droga se destruirá en el tracto gastrointestinal. En su lugar, se administra por vía intravenosa cada 6 a 8 semanas.

función

El Remicade actúa bloqueando mensajeros químicos que causan la reacción autoinmune, desactivando la respuesta inflamatoria. Debido a esto, los pacientes que toman la droga quedan libres de los síntomas de EA por largos períodos. Los pacientes reportaron sentir alivio de los síntomas de la enfermedad en 2 semanas después del inicio de la terapia con la droga.


advertencia

Debido a que el Remicade es un medicamento inmunosupresor, los pacientes que lo utilizan pueden ser más propensos a las infecciones y aún son más difíciles de tratar. Además, los pacientes desarrollan, a lo largo del tiempo, resistencia a las drogas inmunosupresoras.

Efectos colaterales

Los efectos colaterales del Remicade incluyen náuseas o dolor abdominal, estornudos, coriza, congestión nasal o tos, mareos o desmayos, dolor de cabeza, dolores musculares, falta de aire, dolor de garganta, sensación de aprieto en el pecho, cansancio o debilidad inusual, vómitos o sibilancias en el pecho.