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La doble patata frita y la hamburguesa es casi una unanimidad entre las personas. Además de ser alimentos que se pueden consumir rápidamente, ellos agradan mucho al paladar. El gran problema de estos y otros alimentos, como helado y pizza, es el exceso de grasa mala, que puede traer daño a su salud. Conozca en este artículo algunos de los problemas que una dieta grasosa puede causar. Pero recuerde buscar a un médico, hacer exámenes regulares, ejercicios físicos y tener buenos hábitos alimenticios para llevar una vida más sana.
A pesar de deliciosos, hamburguesa y patata frita presentan gran cantidad de grasa en sus composiciones (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)
Cuanto más se come, más hambre
Investigadores del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, realizaron pruebas con roedores para descubrir por qué incluso ingiriendo gran cantidad de alimento, el individuo presenta más hambre en lugar de satisfacción. La respuesta está en una falla de comunicación del estómago al cerebro cuando se ingieren alimentos muy ricos en grasas. Este tipo de dieta inhibe el lípido OEA, responsable de enviar el mensaje de saciedad. Con este descubrimiento, los estudiosos evaluará la creación de una droga para ayudar a las personas obesas a mantener una dieta baja en calorías.
Los roedores fueron usados en investigaciones sobre la ingestión de grasa (Comstock / Stockbyte / Getty Images)
Daño al cerebro
Otra investigación, esta vez de la Escuela Médica de Harvard, también de aquel país, descubrió que una dieta rica en grasa genera daños al cerebro. El estudio muestra que un cierto grupo de neuronas deja de funcionar correctamente debido a los altos índices de grasa. En exceso, hace que una proteína (conocida como UCP2) aumente, regulando negativamente la sensibilidad de las neuronas a la glucosa. Esto, además de perjudicar las neuronas, ayuda en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Una dieta rica en alimentos grasos afecta el funcionamiento de las neuronas (Digital Vision./Digital Vision / Getty Images)aterosclerosis
La aterosclerosis es la formación de ateromas (placas compuestas principalmente de grasas y lípidos) en los vasos sanguíneos. Con el paso del tiempo, los ateromas estrechan y enriquecen los vasos, pudiendo causar obstrucción total y causando enfermedades cardiovasculares y accidentes vasculares cerebrales. La enfermedad se da por el aumento de LDL, lipoproteína de baja densidad o "colesterol malo", que entona las arterias. Sus síntomas más frecuentes son dolor en el pecho, sudores, falta de aire, palpitaciones y cansancio. El diagnóstico se puede realizar con exámenes de colesterol y el tratamiento a través de cateterismo, angioplastia y medicamentos.
La obstrucción de los vasos que riegan el corazón puede llevar a la muerte (Photodisc / Photodisc / Getty Images)
Esteatosis hepática
La esteatosis hepática es una condición que se da por la acumulación de grasa en el hígado, muy común en pacientes con cuadro de obesidad mórbida. Esta enfermedad puede evolucionar a cirrosis si está asociada a otros males, como hepatitis B o C crónicas, enfermedades autoinmunes y consumo excesivo de alcohol. En sus primeras etapas, la patología no presenta síntomas, pero en un grado avanzado, el paciente tiene mareos, vómito, dolor e hinchazón en el abdomen y piel, además de presentar ojos amarillentos. El uso de medicamentos para el tratamiento dependerá de la opinión del médico, pero para ser curado, es necesario que el paciente practique ejercicios físicos y retire frituras, grasas y dulces de su dieta.
Durante mucho tiempo la cirrosis estaba relacionada sólo con el alcohol (Photos.com/Photos.com/Getty Images)